Auditoria de los ingresos de la UE basados en los residuos de envases de plástico no reciclados
Los recursos propios de la Unión Europea son las principales fuentes de ingresos del presupuesto de la UE. En enero de 2021, la UE introdujo un nuevo recurso propio basado en los residuos de envases de plástico no reciclados generados por los Estados miembros. Su objetivo era diversificar las fuentes de ingresos de la UE y contribuir a sus objetivos medioambientales, ofreciendo un incentivo a los Estados miembros para que reduzcan este tipo de residuos. En 2023, los ingresos procedentes del recurso propio basado en los residuos de envases de plástico ascendieron a 7 200 millones de euros, el 4,0 % de los ingresos totales de la UE.
Para ello la UE ha presentado un informe sobre la auditoría realizado a los países miembros en la que ha evaluado si la Comisión y los Estados miembros están suficientemente preparados para la introducción del nuevo recurso propio y si podían garantizar la comparabilidad y la fiabilidad de los datos para calcularlo.
Con esta auditoría se pretende detectar en una fase temprana los ámbitos susceptibles de mejora del proceso de cálculo.
En el estudio se llega a la conclusión de que los Estados miembros no estaban suficientemente preparados para la implantación del recurso propio basado en los residuos de envases de plástico no reciclados y que, aunque las acciones de la Comisión encaminadas a supervisar y apoyar la implantación resultaron útiles para mejorar la calidad de los datos, no se llevaron a cabo a su debido tiempo. También se concluye que la comparabilidad y la fiabilidad de los datos utilizados a efectos de los recursos propios eran insuficientes. Esto también repercute en los datos que se utilizan para informar sobre la consecución de los objetivos de reciclado que fija la Directiva relativa a los envases y residuos de envases.
En el informe se concluye que los Estados miembros se han retrasado en la transposición de aspectos jurídicos clave y que la definición de plástico variaba en los distintos documentos jurídicos de la UE. Esto, unido a la tardía adopción de requisitos legales clave, impidió la introducción armonizada del recurso propio. Además, los Estados miembros no aplicaron procedimientos clave de recopilación de datos, como la utilización de los dos métodos de recopilación para los residuos generados y el balance de los resultados. No utilizaron el punto de medición que especifica la legislación para calcular las cantidades recicladas, ni recurrieron a índices medios de pérdidas basados en normas armonizadas.
Además, aunque las inspecciones de la Comisión siguieron procesos bien establecidos, no bastaron para abordar los riesgos más elevados para la recopilación de datos. En el informe se ha detectado el riesgo de que, debido a la ausencia de controles de los procesos de reciclado, los residuos de envases de plástico declarados como reciclados no se reciclen realmente en todos los casos. Los Estados miembros no estaban en posición de garantizar que las condiciones para el reciclado de los residuos de envases de plástico exportados fuera de la UE fueran, en general, equivalentes a los procesos de reciclado de la UE.
En este estudio se recomienda a la Comisión: o aplicar las enseñanzas extraídas de la introducción del recurso propio basado en el plástico; o mejorar la comparabilidad y la fiabilidad de los datos; o mitigar el riesgo de que los residuos enviados a las empresas de reciclado no se reciclen posteriormente.